domingo, 10 de marzo de 2013

Loca por el gris

Me cuesta imaginar varias cosas de la casa, en cambio hay otras que las veo como si ya existieran. La pared gris de la entrada, por ejemplo. Insisto, la quiero. De un tiempo a esta parte el gris pega con todo. No es más de estacionamiento, ni de mobiliario urbano. No es apagado, ni frío, ni soso. Se convirtió. Es acogedor, moderno y canchero. Lo suficientemente neutro para permitirle la entrada al fucsia, el rojo, el azul noche, el verde y por supuesto al blanco. Y podría seguir.
Tengo una pantonera en la cabeza. Quiero un muestrario bien grueso, de esos que se ven en los mostradores de la pinturería, para encarar la tarea de convencer a #Marido. Y en este terreno hay que entrar con argumentos de los fuertes. Nada de sonrisitas y de decir "porque me gusta". Porque puede que a él le guste otra cosa. Y el señor detenta gusto del bueno (y eso a mí me encanta, aunque signifique tener que ceder más de una vez). Necesito argumentos para sonar convincente, y ser persuasiva al mismo tiempo, así que consejos bienvenidos si alguien los tiene.

En medio de este empacho de grises me encuentro con el desafío de blad en el que ya me sumergí -al menos mentalmente-, y que invita a componer interiores donde predominen el gris, la madera y el blanco.
Quién te dice que tal vez me hago un hueco y lo llevo a la práctica.

Mientras tanto, y sólo porque mi pared gris todavía no fue construida, comparto algunas fotos que encontré en Pinterest, aunque ninguna es exactamente del gris que tengo en la cabeza.

 
Este gris azulado oscuro lo encontré acá:
 
 

Este gris más clarito lo vi por acá:

Más clarito todavía, por acá:
 
 

Este otro de un tono más verdoso lo vi acá:
 

Y éste sobre madera en un ambiente para chicos, por acá: 

En unos meses espero poder mostrarles el gris de mi pared.

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